Irma Ramírez Molina/
Este miércoles se celebró el Día Internacional de los Derechos Humanos, fecha instituida por la Organización de las Naciones Unidas a partir de 1948, año en que se firmó la Declaración Universal, y a cuyo espíritu se han unido y suscrito la mayoría de los países del mundo.
En México cobra especial importancia por los graves acontecimientos que están ocurriendo, y por cuyos efectos la más afectada es la sociedad que nada tiene que ver con, ni participa en los sucesos de violencia que cotidianamente lesionan el reposo y la tranquilidad en la que se debe vivir, como un país que supuestamente se ciñe a los dictados de la legalidad que nos rige.
La mejor manera de garantizar y preservar la vigencia de los derechos humanos es precisamente acatando los dictados de la ley, entendiendo esta como el conjunto de normas cuyo espíritu esencial es darle a cada quien lo que le corresponde.
Los derechos humanos debe ser una agenda común, por cuyas responsabilidades se tiene la obligación de trabajar ardua y decididamente todos, principalmente porque se vive tiempos emergentes que exigen participación activa, decidida y firme de todo el conjunto social del que formamos parte.
Se celebra la propuesta presentada por el gobierno federal el 27 de noviembre pasado a través del decálogo “Por un México en paz, con justicia y desarrollo”, pero al mismo tiempo se debe exigir al estado mexicano que realmente se aboque a su cumplimiento.
Sobre todo haciendo más eficientes los mecanismos y los instrumentos específicos de la administración y procuración de justica, que es el problema principal que aqueja y desde donde surgen y se alimentan todos los demás que están inquietando hasta el grado de la saciedad.
Sí, hacemos nuestros los cambios y las transformaciones que se necesitan, pero con la premisa de que se haga con responsabilidad y con adopción de medidas firmes para someter a quienes se dedican a transgredir y a quebrantar estos derechos que deben tener el carácter de inaplazables, impostergables e ineludibles.
El primer gran paso es superar los niveles de pobreza y marginación en que viven millones de mexicanos, porque este es el líquido amniótico que alimenta la violación a los derechos humanos.
Ese es el reto: instituir la democracia, la justicia social con dignidad, y ello evitará que nuevamente se produzcan estallidos de conciencia.
Por todo esto, cuánta razón tenía Martin Luther King, al afirmar, que “Comprométete con la noble lucha por los derechos humanos, y harás una mejor persona de ti mismo, una gran Nación de tu país y un mundo en donde todos vivamos en paz”.
BASE DE DATOS…-
Dicen los enterados que en Suchiapa sí está siendo efecto el mando único, porque hay policías hasta para dirigir el tráfico, los índices de inseguridad se han reducido a cero, incluso las corporaciones internacionales están por copiar el método de seguridad que tienen implementado.
Y usted se preguntará que tiene ese municipio que está tan resguardado?, Pues no tiene nada, simplemente que es el lugar de origen del actual secretario de Seguridad de Seguridad y Protección Ciudadana, Jorge Luis Llaven Abarca y ahí va el pero, pues resulta que este funcionario es otro más que se suma a la lista de los que quieren un puesto de elección popular.
Por eso este es el municipio mejor resguardado de la entidad, ojalá y siga así aún cuando el secretario pueda no lograr una candidatura de elección popular.
Mientras tanto los habitantes de este municipio, están gozando de las mieles derivadas de las aspiraciones de este funcionario que le encanta andar otorgando comisarias a su personal de mucha confianza.***
Este miércoles se celebró el Día Internacional de los Derechos Humanos, fecha instituida por la Organización de las Naciones Unidas a partir de 1948, año en que se firmó la Declaración Universal, y a cuyo espíritu se han unido y suscrito la mayoría de los países del mundo.
En México cobra especial importancia por los graves acontecimientos que están ocurriendo, y por cuyos efectos la más afectada es la sociedad que nada tiene que ver con, ni participa en los sucesos de violencia que cotidianamente lesionan el reposo y la tranquilidad en la que se debe vivir, como un país que supuestamente se ciñe a los dictados de la legalidad que nos rige.
La mejor manera de garantizar y preservar la vigencia de los derechos humanos es precisamente acatando los dictados de la ley, entendiendo esta como el conjunto de normas cuyo espíritu esencial es darle a cada quien lo que le corresponde.
Los derechos humanos debe ser una agenda común, por cuyas responsabilidades se tiene la obligación de trabajar ardua y decididamente todos, principalmente porque se vive tiempos emergentes que exigen participación activa, decidida y firme de todo el conjunto social del que formamos parte.
Se celebra la propuesta presentada por el gobierno federal el 27 de noviembre pasado a través del decálogo “Por un México en paz, con justicia y desarrollo”, pero al mismo tiempo se debe exigir al estado mexicano que realmente se aboque a su cumplimiento.
Sobre todo haciendo más eficientes los mecanismos y los instrumentos específicos de la administración y procuración de justica, que es el problema principal que aqueja y desde donde surgen y se alimentan todos los demás que están inquietando hasta el grado de la saciedad.
Sí, hacemos nuestros los cambios y las transformaciones que se necesitan, pero con la premisa de que se haga con responsabilidad y con adopción de medidas firmes para someter a quienes se dedican a transgredir y a quebrantar estos derechos que deben tener el carácter de inaplazables, impostergables e ineludibles.
El primer gran paso es superar los niveles de pobreza y marginación en que viven millones de mexicanos, porque este es el líquido amniótico que alimenta la violación a los derechos humanos.
Ese es el reto: instituir la democracia, la justicia social con dignidad, y ello evitará que nuevamente se produzcan estallidos de conciencia.
Por todo esto, cuánta razón tenía Martin Luther King, al afirmar, que “Comprométete con la noble lucha por los derechos humanos, y harás una mejor persona de ti mismo, una gran Nación de tu país y un mundo en donde todos vivamos en paz”.
BASE DE DATOS…-
Dicen los enterados que en Suchiapa sí está siendo efecto el mando único, porque hay policías hasta para dirigir el tráfico, los índices de inseguridad se han reducido a cero, incluso las corporaciones internacionales están por copiar el método de seguridad que tienen implementado.
Y usted se preguntará que tiene ese municipio que está tan resguardado?, Pues no tiene nada, simplemente que es el lugar de origen del actual secretario de Seguridad de Seguridad y Protección Ciudadana, Jorge Luis Llaven Abarca y ahí va el pero, pues resulta que este funcionario es otro más que se suma a la lista de los que quieren un puesto de elección popular.
Por eso este es el municipio mejor resguardado de la entidad, ojalá y siga así aún cuando el secretario pueda no lograr una candidatura de elección popular.
Mientras tanto los habitantes de este municipio, están gozando de las mieles derivadas de las aspiraciones de este funcionario que le encanta andar otorgando comisarias a su personal de mucha confianza.***
No hay comentarios.:
Publicar un comentario