Irma Ramírez Molina/
Todo indica que el problema fundamental que poseen millones de familias mexicanas es la imposibilidad de adquirir lo suficiente y necesario para suministrar la llamada canasta básica, que no es otra cosa que el conjunto de satisfactores, principalmente alimentarios para sobrellevar la cotidianidad agobiante que impera en los hogares.
El derecho a la alimentación, es universal y en México se encuentra plasmada en los preceptos constitucionales que nos rigen, principalmente en el artículo 4º de la Carta Magna. Refiere en párrafo en mención, que corresponde al Estado garantizar su cumplimiento.
En los hechos y desde hace ya varias décadas, la pobreza se ha metido en la mayoría de las familias como una especie de mal endémico.
Esta condición es producto de las políticas económicas fallidas y de la deficiente distribución de la riqueza en nuestro país.
La pobreza, a su vez genera otros fenómenos como la migración, la inclusión delincuencial, la deserción escolar y la falta de oportunidades, lo que propicia un círculo vicioso que ha sido difícil de romper, a pesar de que en teoría en México ya ocurrió la llamada “revolución mexicana” ocurrida al principio del siglo XX y por cuyos efectos se tiñó de sangre el territorio nacional.
La canasta básica se encuentra estrechamente ligada a los salarios, sobre todo al llamado mínimo, que en el país es precisamente así, mínimo, empequeñecido y minúsculo desde siempre.
Respecto a que el tema a cobrado relevancia en las últimas semanas debido a que un partido político, el PAN lo colocó en la mesa del oportunismo electoral, se hace necesario que se discuta con seriedad y responsabilidad por parte de los gobiernos y los sectores participantes, para elevarla a que sea un asunto prioritario para el interés Nacional.
Ante las reformas constitucionales promovidas por la presente administración, se hacen votos para que las medidas, acciones, estrategias y programas diseñados realmente ofrezcan los resultados que todos esperamos, porque ya no hay tiempo que perder ni las condiciones que prevalecen en el país lo soportan.
Ojalá que la clase política gobernante asuma su papel con seriedad y verdadera institucionalidad.
Si de confiar nuevamente se trata, los mexicanos estamos dispuestos a seguir la ruta de la buena fe y la esperanza para que por fin los mexicanos alcancemos los niveles de bienestar y desarrollo a que tenemos derecho.
Esta es la apuesta en la que estamos hoy y es la disyuntiva en que nos coloca la ruta en la que estamos inmersos: bienestar para los millones que lo necesitan, o irremediablemente caeremos en el abismo de la inestabilidad y las confrontaciones sociales.
Esto último, nadie lo desea; es por el bien de México y de los mexicanos.
BASE DE DATOS…-
La vivienda digna es parte de los programas que se despliegan en Chiapas para abatir la pobreza y la marginación.
Por eso se entregaron viviendas con un valor de 24 millones de pesos, en beneficio de 850 personas de las comunidades de Bachén, Pontehuitz, Echtik, Tavilhucum, Shanate y Tivó Alto, en Larráinzar, donde los habitantes podrán formar su patrimonio propio de manera sustentable y fuera de las zonas de riesgo.
En este municipio las acciones de vivienda se realizan de acuerdo al Plan Estatal de Desarrollo, con la finalidad de permitir a los chiapanecos el acceso a mejores condiciones de vida, a la vez que se refrenda el compromiso del presidente Enrique Peña Nieto con todos los chiapanecos, en un acto de justicia para las familias de menores recursos.
En realidad, la coordinación entre los distintos órdenes de gobierno ha dado como resultado la mejoría en las comunidades marginadas del estado.
Por lejanas que se encuentren, todas reciben los beneficios de los programas gubernamentales, en el presente caso, es la construcción de viviendas que constan de sala, dos recámaras, cocina ecológica y baño.
Durante el año de 2013, la inversión en Chiapas fue superior a los 337 millones de pesos, con lo que resultaron beneficiados más de 30 mil chiapanecos con acciones de vivienda entre las cuales se encontraron cuatro mil 478 nuevas construcciones.
En el presente año se han construido mil 940 viviendas en beneficio de 25 mil habitantes.***
Todo indica que el problema fundamental que poseen millones de familias mexicanas es la imposibilidad de adquirir lo suficiente y necesario para suministrar la llamada canasta básica, que no es otra cosa que el conjunto de satisfactores, principalmente alimentarios para sobrellevar la cotidianidad agobiante que impera en los hogares.
El derecho a la alimentación, es universal y en México se encuentra plasmada en los preceptos constitucionales que nos rigen, principalmente en el artículo 4º de la Carta Magna. Refiere en párrafo en mención, que corresponde al Estado garantizar su cumplimiento.
En los hechos y desde hace ya varias décadas, la pobreza se ha metido en la mayoría de las familias como una especie de mal endémico.
Esta condición es producto de las políticas económicas fallidas y de la deficiente distribución de la riqueza en nuestro país.
La pobreza, a su vez genera otros fenómenos como la migración, la inclusión delincuencial, la deserción escolar y la falta de oportunidades, lo que propicia un círculo vicioso que ha sido difícil de romper, a pesar de que en teoría en México ya ocurrió la llamada “revolución mexicana” ocurrida al principio del siglo XX y por cuyos efectos se tiñó de sangre el territorio nacional.
La canasta básica se encuentra estrechamente ligada a los salarios, sobre todo al llamado mínimo, que en el país es precisamente así, mínimo, empequeñecido y minúsculo desde siempre.
Respecto a que el tema a cobrado relevancia en las últimas semanas debido a que un partido político, el PAN lo colocó en la mesa del oportunismo electoral, se hace necesario que se discuta con seriedad y responsabilidad por parte de los gobiernos y los sectores participantes, para elevarla a que sea un asunto prioritario para el interés Nacional.
Ante las reformas constitucionales promovidas por la presente administración, se hacen votos para que las medidas, acciones, estrategias y programas diseñados realmente ofrezcan los resultados que todos esperamos, porque ya no hay tiempo que perder ni las condiciones que prevalecen en el país lo soportan.
Ojalá que la clase política gobernante asuma su papel con seriedad y verdadera institucionalidad.
Si de confiar nuevamente se trata, los mexicanos estamos dispuestos a seguir la ruta de la buena fe y la esperanza para que por fin los mexicanos alcancemos los niveles de bienestar y desarrollo a que tenemos derecho.
Esta es la apuesta en la que estamos hoy y es la disyuntiva en que nos coloca la ruta en la que estamos inmersos: bienestar para los millones que lo necesitan, o irremediablemente caeremos en el abismo de la inestabilidad y las confrontaciones sociales.
Esto último, nadie lo desea; es por el bien de México y de los mexicanos.
BASE DE DATOS…-
La vivienda digna es parte de los programas que se despliegan en Chiapas para abatir la pobreza y la marginación.
Por eso se entregaron viviendas con un valor de 24 millones de pesos, en beneficio de 850 personas de las comunidades de Bachén, Pontehuitz, Echtik, Tavilhucum, Shanate y Tivó Alto, en Larráinzar, donde los habitantes podrán formar su patrimonio propio de manera sustentable y fuera de las zonas de riesgo.
En este municipio las acciones de vivienda se realizan de acuerdo al Plan Estatal de Desarrollo, con la finalidad de permitir a los chiapanecos el acceso a mejores condiciones de vida, a la vez que se refrenda el compromiso del presidente Enrique Peña Nieto con todos los chiapanecos, en un acto de justicia para las familias de menores recursos.
En realidad, la coordinación entre los distintos órdenes de gobierno ha dado como resultado la mejoría en las comunidades marginadas del estado.
Por lejanas que se encuentren, todas reciben los beneficios de los programas gubernamentales, en el presente caso, es la construcción de viviendas que constan de sala, dos recámaras, cocina ecológica y baño.
Durante el año de 2013, la inversión en Chiapas fue superior a los 337 millones de pesos, con lo que resultaron beneficiados más de 30 mil chiapanecos con acciones de vivienda entre las cuales se encontraron cuatro mil 478 nuevas construcciones.
En el presente año se han construido mil 940 viviendas en beneficio de 25 mil habitantes.***
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