Irma Ramírez Molina/
Del plato a la boca se cae la sopa y eso le sucederá a muchos hombres que serán retirados de la lista de candidatos porque deberá ocupar el lugar una mujer.
La paridad electoral no debiera ser sólo un requisito para los partidos políticos, sino una obligación surgida del “amplio” entendimiento del tema, para que en igualdad de condiciones, circunstancias y oportunidades, hombres y mujeres pudieran demostrar el valor de su trayectoria profesional, su formación como ciudadanas y el compromiso con el servicio público en cualquier cargo que se someta a la elección de la ciudadana.
Y muchos dicen: agradezcan que ya les dimos espacios, como una expresión primitiva de que las mujeres no podemos ser iguales en el ejercicio del poder.
Y sí se puede, se debe y se va a lograr, porque no es una concesión, un regalo, un permiso: es un derecho de género para lograr esos espacios de la vida pública que permitan demostrar cualidades que le hacen falta a la política, como la capacidad de entendimiento de las necesidades más básicas de la sociedad.
Hasta este miércoles no se había logrado, se podía pensar que tendría que ser en la próxima elección, pues apenas se tenía unas cuentas candidatas con reales posibilidades de ganar, una disputa interna en los partidos por encabezar al PVEM, el de las mayores preferencia electorales.
Descalificaciones como argumento principal, argucias legales para tirar candidatas y proyectos en construcción durante los últimos tres años.
Y ya como candidatas surgidas de procesos internos sólidas, se toparon con campañas abiertas de hostigamiento, presión, amenaza y secuestro.
El caso de Roxana Gordillo Burguete, candidata a la Presidenta Municipal, del Movimiento Ciudadano en Ocosingo (actual diputada local) es el caso más patético de esta elección: violentada en su campaña bajo el argumento de ser mujer.
Y hay casos verdaderamente lamentables, como Matilde Espinoza, en Suchiate, que para garantizarse el triunfo nacionaliza centroamericanos, con credenciales y actas de nacimiento del registro civil que encabeza su esposo en el municipio fronterizo y con ellos aseguran perpetuarse en la alcaldía otro trienio con posibilidad de reelección.
El poder, dicen los políticos, no se comparte, ni se presta y tienen razón, se arrebata pero con la fuerza de la ley, así es que a partir de este jueves salvo el Morena, el resto tiene que rehacer su lista de aspirantes, que serán inspeccionadas por el INE.
Claro está que esto será muy difícil, pues estamos a 10 días del proceso electoral, aunque esta jurisprudencia emitida por el TEPJF está vigente desde el 8 de mayo, fecha en que ni siquiera empezaba el registro de candidaturas en el estado, que fue del 10 al 12 de junio.
El PRI registró 102 aspirantes a alcaldes varones contra 14 mujeres; el PVEM 106 contra 14 mujeres y el PRD 73 hombres y 26 mujeres, el PT 63 hombres contra sólo 5 mujeres.
El PAN registró 63 varones y 41 mujeres: Movimiento Ciudadano postuló 33 hombres, 19 mujeres; Nueva Alianza 25 hombres y 10 mujeres, el Partido Humanista 37 hombres, 11 mujeres; Encuentro Social 34 hombres y 23 mujere; Mover a Chiapas a 90 hombres, 19 mujeres y Chiapas Unido 86 hombres y 33 mujeres.
Ahora viene los jaloneos de en qué municipios serán quitados los caballeros para que una dama asuma el cargo y sobre todo, donde van a sacar los partidos tantas mujeres para candidatas?.
BASE DE DATOS…-
La propuesta de Eduardo Ramírez Aguilar, dirigente del PVEM en Chiapas de eliminar la tenencia vehicular estatal, representa –aproximadamente- unos 150 millones de pesos que van directo a las arcas de Hacienda del Estado, por año.***
Pase lo que pase en Tuxtla el próximo domingo 19 de Julio, una cosa está decidida para el PAN: Carlos Palomeque Archila tiene que irse de la dirigencia estatal.
No logró ni su propia diputación federal y Gustavo Madero ya lo desahució ante la “rebelión de las bases” de Javier Corral y el “claro que podemos” de Ricardo Anaya, que van contra todo lo que huela a su legado y Palomeque no podrá nunca quitarse ese tufo.***
Del plato a la boca se cae la sopa y eso le sucederá a muchos hombres que serán retirados de la lista de candidatos porque deberá ocupar el lugar una mujer.
La paridad electoral no debiera ser sólo un requisito para los partidos políticos, sino una obligación surgida del “amplio” entendimiento del tema, para que en igualdad de condiciones, circunstancias y oportunidades, hombres y mujeres pudieran demostrar el valor de su trayectoria profesional, su formación como ciudadanas y el compromiso con el servicio público en cualquier cargo que se someta a la elección de la ciudadana.
Y muchos dicen: agradezcan que ya les dimos espacios, como una expresión primitiva de que las mujeres no podemos ser iguales en el ejercicio del poder.
Y sí se puede, se debe y se va a lograr, porque no es una concesión, un regalo, un permiso: es un derecho de género para lograr esos espacios de la vida pública que permitan demostrar cualidades que le hacen falta a la política, como la capacidad de entendimiento de las necesidades más básicas de la sociedad.
Hasta este miércoles no se había logrado, se podía pensar que tendría que ser en la próxima elección, pues apenas se tenía unas cuentas candidatas con reales posibilidades de ganar, una disputa interna en los partidos por encabezar al PVEM, el de las mayores preferencia electorales.
Descalificaciones como argumento principal, argucias legales para tirar candidatas y proyectos en construcción durante los últimos tres años.
Y ya como candidatas surgidas de procesos internos sólidas, se toparon con campañas abiertas de hostigamiento, presión, amenaza y secuestro.
El caso de Roxana Gordillo Burguete, candidata a la Presidenta Municipal, del Movimiento Ciudadano en Ocosingo (actual diputada local) es el caso más patético de esta elección: violentada en su campaña bajo el argumento de ser mujer.
Y hay casos verdaderamente lamentables, como Matilde Espinoza, en Suchiate, que para garantizarse el triunfo nacionaliza centroamericanos, con credenciales y actas de nacimiento del registro civil que encabeza su esposo en el municipio fronterizo y con ellos aseguran perpetuarse en la alcaldía otro trienio con posibilidad de reelección.
El poder, dicen los políticos, no se comparte, ni se presta y tienen razón, se arrebata pero con la fuerza de la ley, así es que a partir de este jueves salvo el Morena, el resto tiene que rehacer su lista de aspirantes, que serán inspeccionadas por el INE.
Claro está que esto será muy difícil, pues estamos a 10 días del proceso electoral, aunque esta jurisprudencia emitida por el TEPJF está vigente desde el 8 de mayo, fecha en que ni siquiera empezaba el registro de candidaturas en el estado, que fue del 10 al 12 de junio.
El PRI registró 102 aspirantes a alcaldes varones contra 14 mujeres; el PVEM 106 contra 14 mujeres y el PRD 73 hombres y 26 mujeres, el PT 63 hombres contra sólo 5 mujeres.
El PAN registró 63 varones y 41 mujeres: Movimiento Ciudadano postuló 33 hombres, 19 mujeres; Nueva Alianza 25 hombres y 10 mujeres, el Partido Humanista 37 hombres, 11 mujeres; Encuentro Social 34 hombres y 23 mujere; Mover a Chiapas a 90 hombres, 19 mujeres y Chiapas Unido 86 hombres y 33 mujeres.
Ahora viene los jaloneos de en qué municipios serán quitados los caballeros para que una dama asuma el cargo y sobre todo, donde van a sacar los partidos tantas mujeres para candidatas?.
BASE DE DATOS…-
La propuesta de Eduardo Ramírez Aguilar, dirigente del PVEM en Chiapas de eliminar la tenencia vehicular estatal, representa –aproximadamente- unos 150 millones de pesos que van directo a las arcas de Hacienda del Estado, por año.***
Pase lo que pase en Tuxtla el próximo domingo 19 de Julio, una cosa está decidida para el PAN: Carlos Palomeque Archila tiene que irse de la dirigencia estatal.
No logró ni su propia diputación federal y Gustavo Madero ya lo desahució ante la “rebelión de las bases” de Javier Corral y el “claro que podemos” de Ricardo Anaya, que van contra todo lo que huela a su legado y Palomeque no podrá nunca quitarse ese tufo.***
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