Irma Ramírez Molina/
Volvieron a las calles, a manifestar su poder de convocatoria, a mostrar “músculo” como la principal fuerza de organización social: marcharon, taparon calles, colapsaron por enésima vez a la capital y establecieron que no están de acuerdo con el gobierno, con la autoridad, con quienes le llevan la contra, con quienes amenazan su forma de operar sindicalmente, pero sin razón alguna.
Pelearon los últimos años por la Reforma Educativa a la que mal llamaron laboral; sin embargo hoy que la Cuarta Transformación la abrogó, resulta que no era en los términos y bajo las condiciones que ellos querían: es decir, no les devolvieron el control en la asignación de plazas, en el manejo discrecional de quienes aspiran a ser maestros de forma directa.
Y se vuelve a tener a la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE) apostada en el centro de Tuxtla Gutiérrez, generando horas-maestro que representan pérdidas directas para la comunidad estudiantil, para las generaciones del futuro.
El maestro, ahí, marchando, plantado, no pierde absolutamente nada, porque su sueldo llega íntegro, completo y ni se les ocurra descontarles un peso, porque se arma otra revuelta y se le da más motivos de lucha combativa; y así, de pretexto en pretexto, se la van llevando todo el calendario escolar.
Pueden argumentar “la defensa popular de la educación pública”, el gran discurso trillado de los últimos 40 años, pero no tienen razón de ser, ni en este mayo 2019 ni en ninguno de los otros, porque ya les quitaron la bandera principal de una reforma que “los laceraba” y vuelvan a la necedad de afectar a los estudiantes por encima de sus intereses gremiales.
Si Chiapas fuera un estado en los primeros lugares del ranking educativo, quizás la sociedad estaría pensando que la lucha magisterial tiene algo de razón y, quizás, podrían ofrecerle algo de apoyo.
Pero lo cierto es que la lucha magisterial en Chiapas está desgastada, choca contra la sociedad, lástima al estudiante, lo aferra al atraso, lo deja como “carne de cañón” de intereses sindicales oscuros, corruptos.
No voy a punzar la herida abierta con el sector empresarial medio, que todos los días hace un esfuerzo por salir adelante, pero que pierde en cada jornada de lucha y movilización, todo lo que construye en el año, a causa directa de estas marchas y plantones que no tiene una razón clara de ser, que es confusa en su movimiento, que dibuja al maestro chiapaneco como un ente de la sociedad que no se integra al trabajo conjunto del desarrollo, porque primero quiere tener a salvos sus privilegios a costa de todos los demás.
Cuando el maestro vela por sus propios intereses, cuando en masa defiende a sus líderes sindicales corruptos, está cayendo en el juego perverso de ser comparsa de unos cuantos que tienen el poder de decidir de forma unilateral ―negativamente― contra los 2 millones de estudiantes chiapanecos, los más atrasados de México, salvo honrosas y destacadas excepciones.
Eso que pregonan y escriben en pintas y mantas, de la educación laica, gratuita y un derecho fundamental del niño mexicano, la CNTE misma lo abroga porque lanza a los padres de familia al sector educativo privado, donde sus hijos no pierdan clases, donde tiempo, dedicación, esfuerzo y talento, vayan de la mano en un programa escolar consecuente, activo, dinámico y alejado de intereses mezquinos.
La CNTE no tiene razón de manifestarse, porque querían que la Reforma Educativa quedará eliminada del contexto donde pone en peligro su permanencia en el servicio profesional docente.
Ahora que “ya cayó”, no saben lo que quieren, pero mientras tanto, siguen “adictos al plantón”, a la marcha, a la pérdida de clases, a que las consecuencias, las pague el estudiantado, no ellos.
BASE DE DATOS…-
Las cifras oficiales ya las reconocieron un poco más reales y creíbles: 18 mil hectáreas, dicen ellos; aunque los no oficiales, dicen que Chiapas, en este 2019, lleva consumidas por el fuego 69 mil hectáreas de bosques, selvas, montañas enteras, cerros, arboles, pastizales y demás.
La autoridad puede decir el número que mejor le convenga, pero la sociedad ha visto cómo se les fue de la mano la temporada de incendios a todos los involucrados.
Indolencia institucional, crimen de autoridad, ignorancia, condena al futuro y a las generaciones que vienen adelante; esa es la verdad.***
Mientras la Secretaria de Educación, Rosa Aidé Domínguez Ochoa goza de una “popularidad” creciente al interior de las filas de la CNTE, donde le prenden fuego a su fotografía en las plazas públicas, la funcionaria debe salir a explicarle a la sociedad chiapaneca de qué va el juego de la lucha magisterial.
La CNTE miente públicamente con sus razones históricas, populares y filosóficas de la marcha y el plantón, pero del otro lado, de la autoridad, no hay quien dé la cara, contraponga, equilibre, ofrezca un hilo esperanza a la sociedad.
Ambos bandos se olvidan que, en medio, hay estudiantes, empresarios, ciudadanos, que merecen y se les deben explicaciones, y es que ocultarse es propio de cobardes y las mujeres no lo somos, Secretaria.***
No es por intrigar, pero: ¿se modifica entonces la Ley de Ingresos Municipal 2019 de Tuxtla Gutiérrez?, ¿Se vuelve a votar en el Congreso, cuándo?, ¿Qué pasa con los otros impuestos creados que ahí vienen contenidos, quedan vigente, entran en vigor, ya se cobran?, nadie da más explicaciones.
Ya pasaron la crisis y el linchamiento y se olvidan que tenían una batería de impuestos por si el plan A no funcionaba; bien vale se den explicaciones del Ayuntamiento y del Congreso.***
Correo: ramirezirma77@hotmail.com
Facebook: irmaramirez.mx
Twitter: @irmajaque
Volvieron a las calles, a manifestar su poder de convocatoria, a mostrar “músculo” como la principal fuerza de organización social: marcharon, taparon calles, colapsaron por enésima vez a la capital y establecieron que no están de acuerdo con el gobierno, con la autoridad, con quienes le llevan la contra, con quienes amenazan su forma de operar sindicalmente, pero sin razón alguna.
Pelearon los últimos años por la Reforma Educativa a la que mal llamaron laboral; sin embargo hoy que la Cuarta Transformación la abrogó, resulta que no era en los términos y bajo las condiciones que ellos querían: es decir, no les devolvieron el control en la asignación de plazas, en el manejo discrecional de quienes aspiran a ser maestros de forma directa.
Y se vuelve a tener a la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE) apostada en el centro de Tuxtla Gutiérrez, generando horas-maestro que representan pérdidas directas para la comunidad estudiantil, para las generaciones del futuro.
El maestro, ahí, marchando, plantado, no pierde absolutamente nada, porque su sueldo llega íntegro, completo y ni se les ocurra descontarles un peso, porque se arma otra revuelta y se le da más motivos de lucha combativa; y así, de pretexto en pretexto, se la van llevando todo el calendario escolar.
Pueden argumentar “la defensa popular de la educación pública”, el gran discurso trillado de los últimos 40 años, pero no tienen razón de ser, ni en este mayo 2019 ni en ninguno de los otros, porque ya les quitaron la bandera principal de una reforma que “los laceraba” y vuelvan a la necedad de afectar a los estudiantes por encima de sus intereses gremiales.
Si Chiapas fuera un estado en los primeros lugares del ranking educativo, quizás la sociedad estaría pensando que la lucha magisterial tiene algo de razón y, quizás, podrían ofrecerle algo de apoyo.
Pero lo cierto es que la lucha magisterial en Chiapas está desgastada, choca contra la sociedad, lástima al estudiante, lo aferra al atraso, lo deja como “carne de cañón” de intereses sindicales oscuros, corruptos.
No voy a punzar la herida abierta con el sector empresarial medio, que todos los días hace un esfuerzo por salir adelante, pero que pierde en cada jornada de lucha y movilización, todo lo que construye en el año, a causa directa de estas marchas y plantones que no tiene una razón clara de ser, que es confusa en su movimiento, que dibuja al maestro chiapaneco como un ente de la sociedad que no se integra al trabajo conjunto del desarrollo, porque primero quiere tener a salvos sus privilegios a costa de todos los demás.
Cuando el maestro vela por sus propios intereses, cuando en masa defiende a sus líderes sindicales corruptos, está cayendo en el juego perverso de ser comparsa de unos cuantos que tienen el poder de decidir de forma unilateral ―negativamente― contra los 2 millones de estudiantes chiapanecos, los más atrasados de México, salvo honrosas y destacadas excepciones.
Eso que pregonan y escriben en pintas y mantas, de la educación laica, gratuita y un derecho fundamental del niño mexicano, la CNTE misma lo abroga porque lanza a los padres de familia al sector educativo privado, donde sus hijos no pierdan clases, donde tiempo, dedicación, esfuerzo y talento, vayan de la mano en un programa escolar consecuente, activo, dinámico y alejado de intereses mezquinos.
La CNTE no tiene razón de manifestarse, porque querían que la Reforma Educativa quedará eliminada del contexto donde pone en peligro su permanencia en el servicio profesional docente.
Ahora que “ya cayó”, no saben lo que quieren, pero mientras tanto, siguen “adictos al plantón”, a la marcha, a la pérdida de clases, a que las consecuencias, las pague el estudiantado, no ellos.
BASE DE DATOS…-
Las cifras oficiales ya las reconocieron un poco más reales y creíbles: 18 mil hectáreas, dicen ellos; aunque los no oficiales, dicen que Chiapas, en este 2019, lleva consumidas por el fuego 69 mil hectáreas de bosques, selvas, montañas enteras, cerros, arboles, pastizales y demás.
La autoridad puede decir el número que mejor le convenga, pero la sociedad ha visto cómo se les fue de la mano la temporada de incendios a todos los involucrados.
Indolencia institucional, crimen de autoridad, ignorancia, condena al futuro y a las generaciones que vienen adelante; esa es la verdad.***
Mientras la Secretaria de Educación, Rosa Aidé Domínguez Ochoa goza de una “popularidad” creciente al interior de las filas de la CNTE, donde le prenden fuego a su fotografía en las plazas públicas, la funcionaria debe salir a explicarle a la sociedad chiapaneca de qué va el juego de la lucha magisterial.
La CNTE miente públicamente con sus razones históricas, populares y filosóficas de la marcha y el plantón, pero del otro lado, de la autoridad, no hay quien dé la cara, contraponga, equilibre, ofrezca un hilo esperanza a la sociedad.
Ambos bandos se olvidan que, en medio, hay estudiantes, empresarios, ciudadanos, que merecen y se les deben explicaciones, y es que ocultarse es propio de cobardes y las mujeres no lo somos, Secretaria.***
No es por intrigar, pero: ¿se modifica entonces la Ley de Ingresos Municipal 2019 de Tuxtla Gutiérrez?, ¿Se vuelve a votar en el Congreso, cuándo?, ¿Qué pasa con los otros impuestos creados que ahí vienen contenidos, quedan vigente, entran en vigor, ya se cobran?, nadie da más explicaciones.
Ya pasaron la crisis y el linchamiento y se olvidan que tenían una batería de impuestos por si el plan A no funcionaba; bien vale se den explicaciones del Ayuntamiento y del Congreso.***
Correo: ramirezirma77@hotmail.com
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