Irma Ramírez Molina/
Aunque se ha visto eventos aislados de violencia política, es preciso que las autoridades puedan cortar de raíz todas las posibilidades de que se sienten los grupos que asoman a la vida democrática de Chiapas con intenciones oscuras de regresar a un tiempo crispado que se ha superado, en gran medida, por la capacidad de entender.
La violencia política expresa, manifiesta, de muerte, no puede estar en los límites de la vida democrática de Chiapas, y como lo señala el secretario de gobierno, Mario Carlos Culebro, un papel importantísimo juegan los alcaldes, porque los Ayuntamientos son responsables directos de la paz social.
Pero más importante aún la de los 26 presidentes municipales que están buscando la reelección, pues están obligados a garantizar además de la paz, la imparcialidad durante los comicios electorales.
Así que lo que se tenga que cambiar como sociedad, hay que hacerlo en el contexto de las urnas, las únicas vías para entender que sólo el pueblo puede propiciar ese cambio.
Toda expresión de violencia, de odio, de enfilar las baterías contra los adversarios políticos, es una muestra de la incapacidad para construir soluciones.
No se necesita de pensar igual, de uniformar la idea (incluso de ponerle un sólo color) sino de comprender el momento histórico que se está viviendo y caminarlo con la mira puesta en un mejor futuro.
Si la política se contamina de violencia, entonces la política no sirve a una sociedad que se transforma y se dinamiza constantemente.
Si no se es capaz de resolver las diferencias en las urnas, de conducir el ánimo social dentro del proceso electoral y llevarlo a feliz término, no se está entendiendo entonces el momento histórico que toca vivir.
No se trata, como la política misma, de ganar o perder todo, sino de hallar el punto medio donde todos quepan como sociedad diversa, profundamente diferente, que sabe entender que la decisión que se tomará el próximo domingo primero de julio, es la que más les conviene a las generaciones de chiapanecos del futuro.
No a la violencia política, no a la muerte provocada por la política: se debe ser capaz de superar las peores versiones y permitir que surja el chiapaneco del siglo presente, que toma las riendas de su propio futuro.
BASE DE DATOS…-
Este miércoles concluyen las campañas; y de ahí se abre un periodo de tres días para la reflexión, donde los indecisos terminan por caer en las trampas de las campañas por todos lados y van a las urnas el domingo primero de julio. Seis años después, volvemos a la cita histórica con México.»»»
Los candidatos están a todo lo que dan, un Roberto Albores, del PRI-PANAL que se ha logrado sostener a pesar de todos los golpes hacia su postulación, empezando porque le desmembraron la alianza que formaba con otros institutos políticos, pero que sigue en la jugada.
Un Fernando Castellanos, del PVEM, que llegó al último en la campaña, apoyado por Podemos Mover a Chiapas y Chiapas Unido, pero que ha sabido colarse en esta enorme carrera por buscar la gubernatura de Chiapas.
Rutilio Escandón, quien fue el primero en salir definido como candidato de una alianza de Morena, PES y PT, que está fuerte en esta contienda.
Y de José Antonio Aguilar Bodegas, que va por el PAN, PRD y Movimiento Ciudadano, en su segunda vez buscando lograr llegar a Palacio.»»»
Paco Rojas está dos puntos porcentuales arriba de Carlos Morales y a 5 de Carlos Penagos, por la Presidencia Municipal de Tuxtla Gutiérrez, otro escenario reñido que ojalá no se tenga que dirimir en los tribunales, sino en la contundencia del voto.»»»
Carlos Molano, alcalde de Tuxtla, sembrará un árbol cada día de su gestión, es decir, por sus propias manos, plantará 100 arbolitos de diversas especies en sitios estratégicos de la capital.
Buena idea, pero no se olvide de las vialidades, de las luminarias, de la basura y el agua y, ah, de la seguridad, el transporte y los mercados también, entre otros pendientitos de la capital.»»»
Correo: ramírezirma77@hotmail.com
Facebook: irmaramirez.mx
Twitter: @irmajaque
Aunque se ha visto eventos aislados de violencia política, es preciso que las autoridades puedan cortar de raíz todas las posibilidades de que se sienten los grupos que asoman a la vida democrática de Chiapas con intenciones oscuras de regresar a un tiempo crispado que se ha superado, en gran medida, por la capacidad de entender.
La violencia política expresa, manifiesta, de muerte, no puede estar en los límites de la vida democrática de Chiapas, y como lo señala el secretario de gobierno, Mario Carlos Culebro, un papel importantísimo juegan los alcaldes, porque los Ayuntamientos son responsables directos de la paz social.
Pero más importante aún la de los 26 presidentes municipales que están buscando la reelección, pues están obligados a garantizar además de la paz, la imparcialidad durante los comicios electorales.
Así que lo que se tenga que cambiar como sociedad, hay que hacerlo en el contexto de las urnas, las únicas vías para entender que sólo el pueblo puede propiciar ese cambio.
Toda expresión de violencia, de odio, de enfilar las baterías contra los adversarios políticos, es una muestra de la incapacidad para construir soluciones.
No se necesita de pensar igual, de uniformar la idea (incluso de ponerle un sólo color) sino de comprender el momento histórico que se está viviendo y caminarlo con la mira puesta en un mejor futuro.
Si la política se contamina de violencia, entonces la política no sirve a una sociedad que se transforma y se dinamiza constantemente.
Si no se es capaz de resolver las diferencias en las urnas, de conducir el ánimo social dentro del proceso electoral y llevarlo a feliz término, no se está entendiendo entonces el momento histórico que toca vivir.
No se trata, como la política misma, de ganar o perder todo, sino de hallar el punto medio donde todos quepan como sociedad diversa, profundamente diferente, que sabe entender que la decisión que se tomará el próximo domingo primero de julio, es la que más les conviene a las generaciones de chiapanecos del futuro.
No a la violencia política, no a la muerte provocada por la política: se debe ser capaz de superar las peores versiones y permitir que surja el chiapaneco del siglo presente, que toma las riendas de su propio futuro.
BASE DE DATOS…-
Este miércoles concluyen las campañas; y de ahí se abre un periodo de tres días para la reflexión, donde los indecisos terminan por caer en las trampas de las campañas por todos lados y van a las urnas el domingo primero de julio. Seis años después, volvemos a la cita histórica con México.»»»
Los candidatos están a todo lo que dan, un Roberto Albores, del PRI-PANAL que se ha logrado sostener a pesar de todos los golpes hacia su postulación, empezando porque le desmembraron la alianza que formaba con otros institutos políticos, pero que sigue en la jugada.
Un Fernando Castellanos, del PVEM, que llegó al último en la campaña, apoyado por Podemos Mover a Chiapas y Chiapas Unido, pero que ha sabido colarse en esta enorme carrera por buscar la gubernatura de Chiapas.
Rutilio Escandón, quien fue el primero en salir definido como candidato de una alianza de Morena, PES y PT, que está fuerte en esta contienda.
Y de José Antonio Aguilar Bodegas, que va por el PAN, PRD y Movimiento Ciudadano, en su segunda vez buscando lograr llegar a Palacio.»»»
Paco Rojas está dos puntos porcentuales arriba de Carlos Morales y a 5 de Carlos Penagos, por la Presidencia Municipal de Tuxtla Gutiérrez, otro escenario reñido que ojalá no se tenga que dirimir en los tribunales, sino en la contundencia del voto.»»»
Carlos Molano, alcalde de Tuxtla, sembrará un árbol cada día de su gestión, es decir, por sus propias manos, plantará 100 arbolitos de diversas especies en sitios estratégicos de la capital.
Buena idea, pero no se olvide de las vialidades, de las luminarias, de la basura y el agua y, ah, de la seguridad, el transporte y los mercados también, entre otros pendientitos de la capital.»»»
Correo: ramírezirma77@hotmail.com
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Twitter: @irmajaque
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