LA UNICACH, ES MEJOR 120620

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Irma Ramírez Molina/

Desde la llegada de Rodolfo Calvo Fonseca, la Unicach es mejor: más internacionalización, más carreras, mayor matrícula, mejor posicionamiento en el ranking nacional y un rector que prefirió callar las críticas con trabajo, con resultados, a contracorriente de su propio origen, un ancla que levantó con todo y barco, lo puso a flote y ―a ojos vista― lo lleva a buen puerto.
A Calvo le critican su pasado, contrario a sus méritos propios y personales de formación profesional. A muchos no les gusta (nunca les ha gustado) que esté al frente de la Universidad de Ciencias y Artes, que no provenga del rebaño de las “vacas sagradas” que pasaron antes por la Rectoría y que, por intereses oscuros, políticos, no le conceden hasta hoy día, el derecho a la duda.
Y eso ya no importa, si lo creen capaz o no, si tiene el perfil que marcan los “cánones académicos” de los claustros más elitistas, porque resulta que todos hemos visto cómo la gestión de Calvo ha superado de todo: huelgas, complots, sindicalismo teledirigido, corrupción y una creciente ola crítica promovida por adversarios que todos los días “torpedean” algo que el rector les ha edificado en sus propias narices: credibilidad, hechos, resultados, pasos hacia adelante, viabilidad y futuro posible.
Hoy UNICACH es mejor porque tiene una proyección nacional e internacional de mucho prestigio, es un centro universitario referencia para todo Chiapas, una escuela superior que tiene brillo propio porque el talento bulle en ella.
Sin duda hay faltantes, mucho por hacer, limitaciones de todo tipo y un campo de batalla política que no cesa de cincelar un enorme muro de logros que Rodolfo Calvo ha construido, ladrillo a ladrillo, y que ahora pertenece a la comunidad estudiantil.
Por eso siempre es justo equilibrar a favor de quién está más interesado en cuidar el nombre público de la UNICACH, que darle paso a intereses mezquinos que siempre han querido tumbar a Calvo de la Rectoría y evitar a toda costa que no contaminen el esfuerzo diario de los estudiantes chiapanecos.
Ahí yace uno de los grandes méritos de Calvo Fonseca en esta gestión que siempre anheló de ser rector: de superarse a sí mismo, a las circunstancias adversas que han marcado su trayectoria, a que las carencias personales, sean fortalezas institucionales y sirvan a esas mayorías en las aulas, seguros de que están en una de las mejores escuelas de educación superior de Chiapas y de México.
Por eso (y no vamos a enumerar aquí todos los detalles) UNICACH es mejor, hoy en día, mucho mejor que UNACH
 y que muchas de las instituciones públicas diluidas en la pandemia, mientras la Universidad de Ciencias y Artes está de frente, tomando la suerte… y convirtiéndola en destino.
#PorLaCulturaDeMiRaza