miércoles, mayo 13, 2020

6 meses del sexenio 110619

Irma Ramírez Molina/

Los primeros seis meses del mandatario estatal, Rutilio Escandón Cadenas representan la curva de aprendizaje de un gobierno que se ha conducido con el principio de la legalidad como bandera.
Aunque le ha costado trabajo agarrar ritmo por la falta de recursos y ha optado por el control de la expectativa, como una medida para reducir la decepción de la población.
El gobierno de Rutilio Escandón es un gobierno de orden, al interior y al exterior, que asumió el poder en medio de un enorme pantanal de corrupción y saqueo; sin embargo hay que reconocer que no se detuvo ni un solo momento.
La de ruta que trazó en el Plan de Gobierno es un documento todavía muy lejano que pueda implementarse en la segunda mitad de 2019, porque tendría que haber suficientes recursos para generar una cartera de obras y acciones institucionales enfocadas a superar rezagos.
Claro está que, la trampa de la Cuarta Transformación es el inacabable pozo que representan las pensiones, las becas y las asistencias directa del Estado, que reducen la acción institucional, además del cerco que representa el propio discurso de austeridad.
Seis meses en los que el gobernador Rutilio Escandón “leyó” la situación de seguridad como una ruta sobre la cual caminar a fondo en un tema que representa para la sociedad, un punto de quiebre.
Las mesas de seguridad fueron un mal necesario que todos terminaron imitando por razón y necesidad, pero que al final resultaron el método más efectivo para ir, gradualmente, resolviendo temas de interés para el ciudadano.
Ese ejemplo, por momentos, se cae, no se ha consolidado como un estilo de gobierno, como una disciplina institucional que, en los municipios, no deja de ser una pérdida de tiempo y que no hay presencia criminal en sus territorios, precisamente, porque ellos la controlan y así conviene a sus intereses.
Seis meses dibujan una parte de todo el proyecto Morenista en Chiapas, no alienado total y completamente a las formas y estilos del Presidente Andrés Manuel López Obrador, pero sí entendido de que la realidad chiapaneca sigue siendo de atraso y abandono, que no todo se logra con conferencias de prensa.

BASE DE DATOS…-
La misión comercial de Tuxtla que fue a Dallas a “vender” una ciudad en crecimiento y desarrollo, a exponer la grandeza turística y a reduplicar que somos un estado seguro, es una idea de la época “neoliberal”.
Parece que no han podido dejar atrás quienes consideran que ahora se deben hacer las cosas diferentes, que no necesitan de la iniciativa privada que genera empleos y produce riqueza, mientras el Estado en manos de un gobierno de “izquierda”, lo reparte, lo regala, en esa falsa idea de democracia.***
Carlos Morales Vázquez, alcalde de Tuxtla Gutiérrez, tiene que entender que cualquier imposición de normas, derechos, obligaciones y todo aquello que significa orden, disciplina y nuevas formas de romper lo establecido, debe llevar el acompañamiento de la sociedad tuxtleca.
Se debe poner nuevos horarios para la venta y consumo de alcohol, porque es una cosa tan necesaria que redunda en beneficio de la sociedad, pero no lo va a lograr si cree que podrá imponerse nada más porque detenta el poder.
Nada duele más al ciudadano, que las imposiciones y, para muchos, tocar “la parranda”, raya en la insolencia y la profanación.***
El gobernador, Rutilio Escandón Cadenas, tiene claro que seis meses no es tiempo suficiente para desdoblar todas las capacidades de un gobierno, de talentos, paridades y diversas experiencias.
Por eso, dicen los enterados, ha reconsiderado los cambios previstos en el primer orden: esa especie de natural acomodo, por ejemplo, ha beneficiado a Aidé Domínguez Ochoa, Secretaria de Educación, “blindada” ante el Ejecutivo por la insano interés de la CNTE de “quemarla viva” en la hoguera de la lucha social que, finalmente, no obtuvieron.***
Ismael Brito Mazariegos, Secretario General de Gobierno, tiene claro que el asunto de la Guardia Nacional en Chiapas con sus primeros seis mil elementos, terminará siendo un costo que deberá asumir el estado para poder cumplir con el “acuerdo secreto” con Estados Unidos.
Ese no es el problema, porque ofrecerle asistencia al mexicano no ha sido problema, sino reorientar ahora, gastos para mantener a ciudadanos centroamericanos, sí que resulta un problema.***
El Secretario de Hacienda, Javier Jiménez Jiménez está de acuerdo en que la Cámara de Diputados del Congreso de la Unión, reoriente recursos del PEF para atender el fenómeno migratorio y para la modernización de aduanas en busca de control, tal como lo quiere Estados Unidos.
Pero lo más jugoso es pensar en la “federalización” de la tenencia vehicular para hacerse de “mulas petras” sin asumir un costo político en lo particular.
Definitivamente hay resultados concretos en una Fiscalía General del Estado que ha tomado en serio la aplicación del estado de derecho, que va en poco más de 2 mil 500 hectáreas recuperadas de un total de 7 mil que tienen considerados recuperar de manos de invasores este mismo año.
Jorge Luis Llaven Abarca pega al clavo cada que suma hectáreas recuperadas por la vía del derecho y reduce a mínimas expresiones a quienes antes fueron endiosados por el uso de la violencia.***

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