Irma Ramírez Molina/
Esa “intentona” del fin a de semana, de querer imponer una autoridad que nunca ha tenido, no es más que la expresión máxima de un gobierno que hace el ridículo en Tuxtla Gutiérrez, que no se ve, no se percibe y no manda en ninguna parte de la capital de Chiapas.
No se pueden imponer restricciones si no hay construcción previa de ciudadanía, si no hay liderazgo allá donde la sociedad demanda guía, conducción, empatía y asertividad política.
De la noche a la mañana, de un día para otro, el Ayuntamiento Morena de Morales Vázquez quiso cerrar el primer cuadro de la ciudad para quitarle el único día de mayor venta para quienes venden flores.
No funcionó porque la sociedad tuxtleca, en esa parte de la ciudad, está necesitada de la venta diaria, el gobierno de Morales Vázquez no ha distribuido ningún tipo de ayuda y sólo se aparece como ave de mal agüero cuando la crisis hace agua, como su gobierno.
¿Cómo dejarse guiar, cómo hacerle caso, cómo obedecerle, a una administración distante, indolente, alejada y distanciada de lo que realmente está ocurriendo en el Tuxtla profundo, ahí donde se sufre la cuarentena, donde no hay nada en la mesa para la familia, donde los apoyos estatales y federales no tiene el eco ni el respaldo del municipio?, por supuesto que la reacción es de rechazo y fastidio.
Quienes le aplauden por compromiso, vieron este fin de semana, que hay ciertos límites para respaldar a un gobierno que no ha hecho nada por cambiar la realidad de Tuxtla, que todo se le ha ido en el ordenamiento administrativo, en cuidar centavos al interior y perder la narrativa pública de un gobierno municipal de 4T que terminó por ser el peor de los últimos 30 años.
Nada ha cambiado en la ciudad a año y medio de gobierno morenista, sigue el mismo deterioro que le heredaron más el acentuado desprecio de Morales Vázquez por los tuxtlecos, evidente porque no quiere ni siquiera asumir el liderazgo del propio cargo: salió a la conferencia de prensa del viernes pasado porque se vio obligado a poner un rostro al que nadie quiso acompañar.
La distancia entre los otros órdenes de gobierno respecto del Ayuntamiento es clara: está solo en un camino que creo recto, primero a la reelección y, segundo, a la gubernatura en 2024.
Si este periodo de pandemia, ha demostrado que Carlos Morales peleó la Presidencia por 18 años, nada más para no hacer nada, para pasarla de noche, ¿qué podemos esperar en un utópico gobierno estatal?.
BASE DE DATOS…-
El diputado, Marcelo Toledo Cruz, demostró “cancha”, como dicen los sesudos analistas, al tramitar mediante consenso amplio, el cambio de fecha para el inicio del proceso electoral y hacer prevalecer el criterio de que se acorten los tiempos, se gaste con ello menos dineros públicos, se contamine menos la conciencia social con campañas y privilegiar la acción institucional en estos momentos de crisis por el Covid-19. Ahí en el legislativo, el aliado estratégico del gobernador, Rutilio Escandón, está demostrando porque funciona mejor el consenso, el acuerdo, antes que la imposición y el avasallamiento.***
Chiapas debe adecuar su Presupuesto de Egresos 2020 a la nueva realidad que impuso la pandemia del Coronavirus, sobre todo porque en materia de gastos, es evidente que el sector Salud generó una demanda extraordinaria para estar en condiciones de poder atender a un número mayor de chiapanecos que pueden enfermarse. Además, esta pandemia no es oportunidad para la corrupción y la opacidad y en ello, modificar la ley del PEF, se vuelve más que urgente y necesario.***
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