Irma Ramírez Molina /
El crecimiento ordenado, seguro y bien planeado de los municipios, especialmente el de las principales ciudades de la entidad, debe considerar, entre otros factores, evitar el establecimiento de asentamientos humanos en zonas de riesgo que expongan el patrimonio y la vida de las familias.
Sobre todo se debe tomar en cuenta las experiencias ya sucedidas, que han dejado resultados lamentables, con decenas de pérdidas humanas, todo por una mala planeación o la autorización de asentamientos humanos donde no es factible.
Se trata también de encontrar alternativas para enfrentar el fenómeno de la dispersión poblacional, que es una de las principales causas que acentúan la pobreza y la marginación en Chiapas, en tanto impide que los servicios básicos, así como la salud y la educación, alcancen a todos los rincones del estado.
Un 49 por ciento de la población en Chiapas es urbana, mientras que 51 por ciento es rural, cifra que contrasta con los porcentajes nacionales de 78 por ciento que vive en zonas urbanas y 22 por ciento en el campo.
El problema radica en que ese 51 por ciento de la población rural chiapaneca reside en localidades menores a 2 mil 500 habitantes, a donde es difícil llevar la atención y los beneficios de los programas sociales.
Por ello el ordenamiento territorial persigue también la construcción de espacios habitables de calidad, donde la población cuente con los servicios básicos en sus localidades y viviendas: agua corriente y apta para consumo humano, electrificación, pisos, muros y techos firmes, así como saneamiento, para dignificar sus condiciones de vida, en concordancia con las metas y objetivos de la Cruzada Nacional Contra el Hambre y reducir los índices de pobreza y la marginación en el estado.
Otro aspecto considerado en la visión estratégica de corresponder con acciones de estímulo a la producción y la productividad que consideren la vocación económica de las 15 regiones de la entidad para aprovechar sus ventajas competitivas, sin perder de vista en ningún caso las consideraciones de carácter ambiental, para que Chiapas sea ejemplo nacional en crecimiento urbano ordenado con pleno respeto al medio ambiente.
Esto además evitará que en un futuro se tenga el reclamo de autorización de uso de suelo para vivienda, provocando la destrucción de lugares que ahora son áreas verdes o que contaba con árboles y fueron talados para construir viviendas.
Por ello vale la pena la toma de protesta del Consejo Estatal de Ordenamiento Territorial porque puso en relieve la necesidad de que esta instancia atienda los temas prioritarios para el desarrollo urbano y rural de Chiapas.
No hay que olvidar que se firmó también convenio entre el Gobierno del Estado y la Secretaría de Desarrollo Agrario, Territorial y Urbano (SEDATU), organismo encabezado por Jorge Carlos Ramírez Marín, con quien se ha establecido una extraordinaria relación de trabajo, que ya ha arrojado numerosos resultados positivos, tales como el otorgamiento de títulos de propiedad a núcleos agrarios y a localidades urbanas, para afianzar la seguridad jurídica de la gente y combatir la pobreza patrimonial.
Definitivamente el convenio va a reforzar la asistencia y la asesoría profesional del organismo federal en temas de ordenamiento territorial; permitirá ampliar y actualizar la información geográfica y estadística para tener una mayor claridad sobre las zonas aptas para el crecimiento de nuestras ciudades y abre la puerta para que nuestro estado obtenga más recursos para sus proyectos de desarrollo urbano, que privilegien criterios ecológicos y de protección civil.
La planeación urbana y territorial es el contexto ideal para las obras y acciones de infraestructura en los 122 municipios del estado, cuya ejecución obedece a las peticiones más sentidas de la gente, y que, contra las perniciosas costumbres de la improvisación y las entregas incompletas y fuera de tiempo, se están haciendo con estrictos criterios de calidad, con la supervisión personal del mandatario estatal y con el compromiso de ser entregadas a tiempo y en forma.
BASE DE DATOS...-
En Pijijiapan están que no los calienta ni el sol, pues la ciudadanía se siente defraudada de su diputado local, Saín Cruz y su alcalde, Pedro Hugo Ibarra Campero, quienes están conformando grupos de 100 personas ofreciendo materiales de construcción de programas federales.
Y para no olvidar el motivo, dicen los entrados que a través de sus operadores como Deysy Maldonado Trinidad, están pidiendo la módica cantidad de mil pesos por persona para que se haga acreedora al crédito, aunque el punto real no es precisamente dar el crédito, sino aglutinar a la gente pues uno de ellos quiere ser alcalde y el otro diputado local y harán lo que sea necesario para aparentar que tienen a la gente con ellos.***
En este Día del Niño, estos están felices, porque con eso de que han salido un montón de aspirantes a puestos de elección popular, al cual más está llegando a las colonias para obsequiar un regalo a los menores, total a estos infantes lo único que les importa es el juguete, no si van a elección o no.***
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